Centros educativos, así se detecta un trastorno alimentario

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Cuanto antes se detecte un trastorno alimentario, más fácil y rápido será el tratamiento, y el alumno o alumna se ahorrará los daños producidos por la desnutrición y el exceso de ejercicio.

Si solo te preocupan las alumnas muy delgadas, estás dejando pasar la mayoría de los casos (igual de urgentes).

No necesitas estar 100% segura de que es un trastorno alimentario

Tu tarea no es diagnosticarlo, y no se espera que puedas diferenciar entre un trastorno alimentario diagnosticable y lo que podría ser simplemente un problema de alimentación desordenada o insatisfacción corporal.

Te recomiendo avisar si ves lo siguiente:

• La alumna parece saltarse comidas, come menos o ha dejado de comer ciertos tipos de alimentos.
• Se sospecha que vomita después de comer.
• Existe la posibilidad de que la alumna tenga atracones. Un atracón consiste en consumir cantidades inusualmente grandes de comida de forma descontrolada (y generalmente en secreto).
• La alumna muestra un gran interés por la comida, la cocina, el ejercicio y las dietas.
• La alumna parece haber subido de peso de forma repentina (ten cuidado con esto, podría ser un crecimiento natural).
• La alumna parece haber bajado de peso (lo que siempre debería ser una preocupación médica en un niño o niña en crecimiento).
• La alumna parece estar más apagada, ansiosa, deprimida, o retraída (aunque esto solo sea evidente en casa, puede seguir teniendo un buen rendimiento escolar).
• Se observa una mayor incidencia de trastornos alimentarios entre estudiantes que se autolesionan, sufren depresión, ansiedad, tienen trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o trastorno del espectro autista (TEA).

Esta es la versión resumida que recomiendo que conozca todo el personal. A continuación, se detallan señales adicionales que podrían ser útiles para un grupo determinado de docentes/profesionales.

Señales de que alguien puede estar sufriendo un trastorno alimentario

Algunos de los indicios a continuación no significan mucho por sí solos, y otros podrían describir el comportamiento de muchos jóvenes hoy en día. No se espera que diagnostiques estas enfermedades complejas, pero puedes aportar piezas importantes al rompecabezas, especialmente con comportamientos que no ocurren en casa. Muchos jóvenes comienzan a restringir su alimentación en la escuela mientras siguen comiendo bien en casa. Por el contrario, algunas personas muestran sus peores comportamientos en casa y mantienen una apariencia de normalidad en público.

Comportamientos relacionados con la comida

• La alumna deja comida sin comer, escondiéndola en la basura o en los bolsillos.
• La alumna trae comida deliciosa para los demás, pero no come nada ella misma.
• En un viaje escolar, o cuando alguien trae comida para celebrar, la alumna no come nada o come muy poco.
• La alumna se ha vuelto vegetariana o vegana, o está evitando el gluten, las grasas o algún otro grupo de alimentos importante. También podría ser que solo coma un número reducido de alimentos y siempre del mismo tipo.
• La alumna cocina u hornea mucho y es muy hábil en ello. Incluso podría tener un pasatiempo o trabajo relacionado con la comida.
• La alumna come mordisquitos muy lentamente (está alargando la comida porque tiene hambre).
• La alumna «disecciona» mucho la comida, dejando algunas partes «para más tarde» o apartando cualquier cosa aceitosa o alta en calorías. Incluso se limpia los dedos para eliminar cualquier resto de grasa.
• La alumna tarda mucho tiempo en terminar una comida (posiblemente porque comer le resulte difícil y atemorizante).
• La alumna se ha apuntado a tantas actividades al mediodía que tiene muy poco tiempo para comer.
• La alumna está tomando grandes cantidades de agua o bebidas sin calorías (para las que vomitan, es para ayudar a vomitar; para las que restringen, es para calmar el hambre).
• La alumna mastica chicle frecuentemente (anorexia: para aguantar el hambre; vómitos: para ayudar a disimular el olor; también podría usar caramelos de menta).
• La alumna casi no bebe nada (porque los líquidos le dan tanto miedo como la comida).
• La alumna tarda mucho y muestra ansiedad a la hora de elegir su comida en el autoservicio, y posiblemente también esté consultando las calorías de cada alimento en su teléfono móvil.
• Las alumnas propensas a los atracones pueden comer grandes cantidades rápidamente y justificarlo contando cuánto ejercicio han hecho o lo poco que han comido antes. En otras ocasiones, pueden comer muy poco.
• Las alumnas que vomitan probablemente vayan al baño después de comer. Se podría escuchar el sonido de la cisterna varias veces. El vómito en sí mismo puede ser silencioso, o la persona podría abrir los grifos o poner música para tapar el ruido. Se podría detectar un olor a vómito en el baño o encontrar una gran cantidad de perfume rociado en el ambiente. En ocasiones, las personas vomitan en bolsas que luego intentan esconder.
•  Para las que comen en atracones: grandes cantidades de comida pueden desaparecer; la alumna come muchas porciones a escondidas e intenta ingerirlas en secreto.

Comportamientos relacionados con el ejercicio

• La alumna se ha apuntado a muchas clases de ejercicio/deportes/educación física.
• La alumna se mueve mucho, toma rutas excesivamente largas para ir de un lugar a otro (de A a B), no se sienta con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, y aprovecha cualquier oportunidad para estar de pie en lugar de sentada.

Comportamientos relacionados con el estado de ánimo

• Esta alumna podría ser una estudiante modelo: brillante, estudiosa, inteligente, servicial, con calificaciones constantemente altas y participativa en la vida escolar. Puede tener muchos amigos y parecer feliz. (Mientras tanto, en casa, los padres podrían estar viendo ansiedad, lágrimas, tendencias suicidas, ataques de pánico, obsesiones, control del cuerpo y dificultad para dormir. Todo depende de si la escuela le proporciona una bienvenida distracción de los pensamientos relacionados con el trastorno alimentario o si, por el contrario, es una fuente adicional de estrés).
• En el extremo opuesto, hay personas que sufren trastornos alimentarios y son impulsivas y rebeldes. Presentan cambios de humor rápidos y se involucran en conductas de alto riesgo (consumo de alcohol, drogas, sexo o autolesiones). Esto es menos común en personas con anorexia restrictiva y más probable en quienes sufren de bulimia o trastorno por atracón.
• La alumna parece preocupada, apática, ansiosa o deprimida.
• La alumna, que normalmente es tranquila, está irritable y tiene cambios de humor bruscos (piensa en cómo te sientes tú cuando no has comido en un tiempo).
• La alumna estudia de forma obsesiva durante muchas horas.
• La alumna tiene un pensamiento inflexible, rígido y con tendencia a ver las cosas en blanco y negro (común en la anorexia).
• La alumna se anima o se entusiasma mucho cuando se habla de dieta, ejercicio, obesidad y tipos de cuerpo.
• La alumna tiene baja autoestima, es muy crítica consigo misma y sufre de culpa, vergüenza y autodesprecio. Incluso podría tener pensamientos suicidas.
• La alumna está convencida de que está gorda.
•  La alumna no socializa con los demás y rechaza eventos sociales (esto podría ser para evitar comer en público, o por odio hacia sí misma y pensamientos obsesivos que la controlan).

Señales físicas

• La alumna puede tener una energía desbordante y parecer muy animada (especialmente en la etapa inicial de la anorexia, sin tratamiento).
• La alumna se ve débil, cansada, letárgica y podría estar mareada o incluso desmayarse (debido a que probablemente no ha comido durante muchas horas).
• La alumna usa más ropa que los demás porque siente frío (esto se debe a que su cuerpo, al estar desnutrido, desvía recursos hacia las funciones esenciales).
• Aunque algunas personas sienten frío, visten poca ropa porque creen que así quemarán más calorías.
• Tienen las manos frías.
• La alumna lleva ropa ancha para ocultar que ha perdido peso.
• La alumna no está creciendo igual que sus compañeros y compañeras (a causa de la malnutrición).
• La alumna está perdiendo peso.
• La alumna puede tener las manos huesudas y la boca y los ojos hundidos (señales de delgadez extrema).
• La alumna puede tener el cabello débil, quebradizo y con pérdida de pelo.
• La alumna puede presentar vello fino y suave (lanugo) cubriendo su cuerpo, visible en los brazos, la cara y la nuca (esto es una señal de que su cuerpo desnutrido está tratando de mantenerse caliente).
• La piel está muy seca (especialmente en las alumnas que restringen la ingesta de líquidos).
• La persona tiene bajo peso, peso normal o sobrepeso: no descartes ningún trastorno alimentario basándote únicamente en el peso.
• La persona tiene fluctuaciones de peso rápidas (periodos de restricción se alternan con periodos de atracones).
• La alumna se chequea o revisa el cuerpo constantemente: puedes verla tocándose el abdomen, o midiendo con los dedos el grosor de su muñeca o brazo.
• En un cuarto con espejos, la mirada de la alumna se dirige frecuentemente hacia su abdomen.
• La presencia de cualquier signo de autolesión (cortes en los brazos) o de TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) como lavarse las manos de forma excesiva, aumentaría la posibilidad de que la alumna tenga un trastorno alimentario. 
• La alumna se enferma con frecuencia (por ejemplo, resfriados) ya que su sistema inmunológico no puede funcionar correctamente debido a la desnutrición.

Señales físicas que podrían indicar vómitos

• La alumna puede tener la cara hinchada (glándulas inflamadas entre la oreja y la línea de la mandíbula). 
• Puede haber marcas rojas, cicatrices o callosidades en los nudillos o el dorso de la mano (aunque algunas personas logran vomitar sin usar las manos).
• La persona mantiene las uñas cortas (para evitar arañarse la garganta al vomitar).
• La piel está seca y con manchas irregulares.
• Tiene heridas en la boca.
• La dentadura está dañada: los dientes se pueden ver grises o desgastados.
• La persona tiene enrojecimiento alrededor de los ojos (o usa mucho maquillaje para ocultarlo) debido a la rotura de vasos sanguíneos.
• La persona tiene dolor de garganta.

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